Mientras lean tu palabra
con el conocimiento
pero sin el corazón,
aún te desconocerán.
Y es que,
¿Podrá la razón
resistir al amor que hoy es
y por siempre será?
O tal vez,
¿Podrá la promesa realizarse
para aquel
que no cree?
que no cree?
Tú eres el alimento del alma.
La lámpara que va por delante
alumbrando nuestro semblante
cuando atravesamos por el temor y la tormenta.
Tú eres quien dá la corona
de victoria
de victoria
al que permanece en la fe
a pesar de los impedimentos.
No hay incertidumbre en tu altar,
y tampoco debilidad para con el futuro
cuando nos acercamos en intimidad
al oír de tu voz.
Fluye la verdad
en el río infinito
de tu fortaleza.
de tu fortaleza.
Eres soberano
admirable
magnífico.
Oh Señor,
revélate
a quien va con humildad
a la búsqueda por tu sabiduría.